domingo, 13 de octubre de 2013

J.


Todo nace y todo muere. Pero en el transcurso de ese tiempo vivimos tantas cosas que nuestra vida la podríamos comparar con una eternidad de tiempo.
A veces, los días, los meses se hacen eternos y en cambio hay otros que solo deseamos poder volver a retroceder el minuto que acaba de pasar para repetirlo una y otra vez.
Todo el mundo queremos que nos dediquen un pedacito de ellos, el problema está cuando todos los pedacitos van dedicados a la misma persona, y lo mejor de todo es que este problema se convierte en la suerte de tu vida.